El Unión Arroyo cedió en el Antonio Garnacho ante el conjunto gallego del Cidade de Narón, donde los pucelanos afrontaron el encuentro con numerosas ausencias tendiendo que acudir al filial para completar la convocatoria, donde los jugadores del Juvenil ‘A’; Berto, Jimeno y Mario subían con el primer equipo. Pese al gol de Cristo con el que se llegaba al descanso (1-0), el buen hacer a balón parado del Cidade de Narón les daba el triunfo final (1-2).
Salió muy enchufado el equipo a la pista y pronto comenzó a adueñarse del duelo y llegar con peligro a la meta gallega, anotando Cristo el primer tanto a los dos minutos de encuentro (1-0), donde tras adquirir esta tempranera ventaja no nos conformábamos, y el partido se seguía desarrollando como más nos interesaba, pero no lográbamos ampliar la renta tras un buen primer tramo colectivo. A partir del minuto diez el choque se empezaba a mostrar más parejo pese a que las ocasiones de gol escaseaban en ambas porterías, llegando al descanso 1-0.
En el segundo acto, mazazo nada más reanudarse el encuentro, y en un saque de banda con disparo exterior los visitantes lograban la igualada (1-1), lo que empezaba a generarnos dudas, y el equipo comenzaba a mostrarse indeciso, situación que aprovechó el conjunto gallego, que nuevamente tiraba de estrategia en un saque de banda para ponerse por delante a falta de trece minutos para el final (1-2). A partir de aquí, quiero y no puedo, y la defensa del Cidade se imponía a los ataques del Unión. A falta de cuatro minutos para la conclusión salíamos con portero jugador, pero sin generar demasiado peligro salvo en un par de ocasiones protagonizadas por Javi, hasta que sonaba el bocinazo final que certificaba la segunda derrota de forma consecutiva como locales.
La próxima jornada el equipo se desplaza el domingo 15 de diciembre a tierras asturianas, donde se mide al Gijón Playas a las 12.30 horas en el pabellón Gijón el Llano, en un duelo que enfrenta a dos equipos de la zona baja, ambos con quince puntos en su casillero, por lo que el triunfo se antoja vital para salir de la zona peligrosa.