Victoria del Unión Arroyo en la pista de las Universidad de Valladolid
para poner punto y final a la dinámica negativa del equipo, que llevaba cuatro jornadas sin conocer el triunfo y volvió a la senda de la victoria de manera brillante. Los pupilos de Jose Luis Sacristán firmaron una gran primera mitad y supieron sufrir en el segundo periodo, para coronarse en el derbi pucelano
de Segunda División B. Adri por partida doble, Cristo, Virgi y Saúl firmaron los tantos en la victoria final 4-5.
Comenzó el duelo con un Unión Arroyo muy enchufado
ante un Uni que no lograba frenar el vendaval ofensivo de los nuestros, y en el minuto dos Cristo anotaba el primer tanto del duelo (0-1), un gol que daba más confianza al equipo, que seguía manejando el encuentro con autoridad, ampliando la renta Virgi en el minuto ocho (0-2). Con el paso de los minutos el encuentro se mostraba más parejo, aunque las ocasiones escaseaban en ambas porterías tras el segundo tanto de Arroyo, hasta que una cabalgada de Adri, que definía con maestría sellaba el tercer gol (0-3) en el minuto quince. El equipo se gustaba y estaba pasando por encima de su rival, pero en el último minuto de la primera mitad el Uni anotaba de doble penalti y mandaba el duelo al descanso 1-3.
Tras la reanudación volvíamos a salir enchufados
y el cuarto gol apenas tardó tres minutos en subir al electrónico de Fuente La Mora (1-4), con Adri nuevamente como protagonista, pero a partir del minuto veinticinco empezábamos a perder efectivos, Cristo era expulsado por doble amarilla y el Uni aprovechaba la superioridad para recortar distancias (2-4). A diez minutos del final Adri veía la roja directa, y volvíamos a jugar en inferioridad, pero tras un gran esfuerzo colectivo lográbamos superar los dos minutos con uno menos y el equipo ganaba confianza, más aún cuando Saúl subía el quinto gol (2-5) a siete minutos de la conclusión.
Entrábamos en el tramo final del choque, cinco minutos por delante y Virgi era ahora el jugador expulsado
por doble amarilla, donde la Universidad de Valladolid apostaba por el portero jugador generando doble superioridad que materializaban (3-5), logrando colocarse a un gol de diferencia a tres minutos del final
tras acertar con el juego de cinco (4-5). Estos tres minutos se hicieron eternos, pero la defensa del Unión Arroyo con un permanente desgaste y muy justo
ya de efectivos fue titánica, todos remaban en una dirección, y Edgar salvó con un pie milagroso el empate a segundos del final, y justamente los puntos se iban para Arroyo (4-5).